miércoles, 4 de julio de 2007

Equipo de Baloncesto callejero

La conexión entre la calle y el básquetbol maipucino

  • Su juego, sus habilidades, el recorrido por la capital con sus poleras negras, sus trucos, el hip-hop y la producción de su primer trabajo audiovisual, transporta a este grupo de jóvenes jugadores de baloncesto desde sus raíces del básquetbol en la calle, hasta los gimnasios de Santiago en sus exhibiciones del denominado streeball de Maipú.

Pard!x

El sol del invierno se dejó ver tras una semana de nubes, lluvia y frío. El monumento A Los Vencedores de los Vencedores de Bailén, frente al edificio consistorial, fue el lugar propicio para que cuatro jóvenes basquetbolistas del grupo “LCO” se reunieran a conversar con El Maipucino. Sin embargo no son el común de los jugadores que practican baloncesto, ellos juegan una de las variaciones del básquetbol, llevando el juego a la calle, relegando algunas reglas, ocupando destrezas inusuales con el balón, insertándole baile y música hip-hop. El denominado Streetball.

El grupo está conformado por siete chicos maipucinos que no pasan los 25 años. Viajan por Maipú y por las comunas de Santiago con su juego. Siguen la influencia norteamericana del baloncesto-espectáculo de los Harlem Globetrotters, y AND1, agrupación estadounidense, precursores del Streetball, -hoy marca de carácter internacional-, nacida en 1993 en Pennsylvania, que ocupa trucos con el balón, clavadas fuera de lo común y habilidades espectaculares para burlar y ridiculizar al adversario.

Boteando en la calle

La música suena desde una radio en la vereda. Los sonidos del hip-hop golpean como los botes del balón. Los movimientos son rápidos, giros, clavadas, bailes y entretención. El cemento es elamigo de la pelota, los tableros son de madera y los aros, muchas veces, son confeccionados por los mismos jóvenes, que no tienen un lugar donde jugar, más que la calle. “Si no hay plata para canchas, podrían pasar unas maderas, unos sacos de cemento y unos fierros, así nosotros haríamos los aros como lo hemos hecho muchas veces”, dice Jonathan Pérez, más conocido como “Nigaz LCO”.

La falta de canchas públicas en la comuna o la mala administración de éstas, no les permiten practicar y limita el ejercicio de su afición. Esta situación no les beneficia, ni a muchos otros jóvenes que juegan baloncesto en Maipú. “Hay muchas personas que administran las canchas, que creen que los aros son de adorno y no dan lugar a los que jugamos basket, a pesar de todo igual sabemos que nunca nos va a llegar el apoyo de la municipalidad”, agrega el “Nigaz LCO”, campeón municipal de streetball estilo libre.

Sin embargo el hecho de caminar por Maipú y viajar por Santiago en busca de canchas, les sirve de entrenamiento, para mejorar sus trucos y su juego en equipo. Así van comuna tras comuna, enfrentándose a adversarios que juegan Streeball o baloncesto pues lo que buscan es una mezcla entre destrezas del básquetbol de calle y habilidades propias del juego estándar. “Queremos tener en nuestro equipo la esencia del Street, jugar con trucos pero no dejar de lado el baloncesto en su naturaleza, como tienden hacerlo la mayoría de los equipos que juegan en la calle, que son lo uno y no lo otro”, comenta Boris Godoy conocido como “The Answer”.

Boteando a un nivel más alto

Su recorrido por la capital no es en vano. Y aunque no tienen donde entrenar, hacen los esfuerzos para expandir este movimiento de juego callejero, ya que para ellos es importante, tanto como mantener la tradición en la comuna. “Aunque ni la municipalidad, ni nadie nos apoye siempre decimos que somos de Maipú, siempre el nombre de la comuna primero y más ahora que nos conocen porque somos el mejor grupo streetball de Santiago en conjunto con los chicos de San Bernardo, pero Maipú primero”, argumenta Juan Pablo Fuentes conocido por “Krayzie”.

En el año 2004 la marca AND1 llega a nuestro país y con él la oportunidad de que estos jóvenes fuesen parte del equipo que representa a esta marca en Chile. “Ellos son los precursores de lo que hacemos hoy y su estilo de juego es imitado por la mayoría de los que practicamos basket. Son gran influencia, pero nosotros innovamos, inventando movimientos propios”, comenta Fabián Bravo llamado “Ballaholic”.

De esta forma, dos de los integrantes de este grupo de muchachos, Cristian Retamales llamado “Cachorro” y Sebastián Jéldes alias “Apocalipsis” formaron parte del equipo AND1 Chile por más de un año –este último aún figura en la página web y en los cuadernos Rhein con motivos del equipo-, saliendo de gira por el país, por estar en este grupo de elite del básquetbol espectáculo.

Ahora este grupo de jóvenes básquetbolistas maipucinos en conjunto con cuatro integrantes del equipo AND1 Chile de la gira 2007,-Simón “The Virus” Inzunza, Diego “Madness” Moya, Roberto “Springman” Martínez e Igor “2 Faces” Figueroa- también componentes del grupo “SBK Ballers” de San Bernardo, están en el periodo de grabación de imágenes para su primer proyecto audiovisual llamado “The Connection”, cuyo lanzamiento se espera a fin de año. “El nombre se debe a la conexión entre los grupos de Maipú y San Bernardo, pasando por la mayoría de las canchas de Santiago. Por eso vamos de comuna en comuna demostrando lo que sabemos”, menciona “The Answer”.

A pesar de no tener ningún apoyo por parte de una entidad municipal o deportiva, estos muchachos han puesto de su parte para desarrollar su talento y para mostrar sus habilidades dejando siempre claro el nombre del lugar de donde vienen. “Nosotros somos de esta comuna y donde nos encontremos, donde ganemos, siempre diremos que somos de Maipú, siempre la vamos a representar dejándola en alto, aunque nadie de la comuna nos haya dado una mano”, dice “Nigaz LCO”. El video promocional de “The Connection” está la pagina de videos www.youtube.com, ahí lo encontrará digitando en el buscador la frase “trailer streetball Chile”.

lunes, 11 de junio de 2007

El lado B del carrete maipucino

El hoyo del Nico

Una casa con un gran terreno que por las noches de sábado se convierte en un centro de eventos que difiere a las discotecas comunes de Maipú. Un lugar donde se concentra el “carrete alternativo”.

Pard!x

Bandejón central de la calle 3 Poniente con Nueva San Martín. Una casa que sale de lo común. No pertenece a ninguna villa, ni fue construida como vivienda tipo. Dos puertas metálicas con rejilla, tipo multicancha, anteceden al terreno ripioso donde se encuentra el domicilio. El color blanco encubre las imperfecciones del ladrillo fiscal, con el que se erige la construcción. Tal casa de campo, con sus árboles, plantas y arbustos, que crean un ambiente aislado de lo exterior, pero sólo visualmente.

Durante los días hábiles el lugar es tan sereno, que podría ser usado por muchos como parcela de descanso. No obstante, desde el año 2003, al llegar el fin de semana, el gran terreno que ocupa la vivienda sufre una metamorfosis. Muchas luces de colores. Música new wave, britpop, post- punk o electrónica se mezclan, formando un ambiente alternativo al habitual de las discotecas del centro maipucino, llenas de reggaetón, salsa, merengue y otros ritmos latinos.

Cinco años lleva Nicolás Reyes Aqueveque, de 22 años, quien junto a sus padres decidieron realizar fiestas de corte británico o “alternativo”, como ellos le llaman. La idea surgió con el fin de crear un centro donde la juventud se reuniera, luego de que Bernardo, padre de Nicolás, decidiera poner fin su carrera musical, dejando sin uso el socavón que usaba con su banda para los ensayos. “Quiero concentrar el ambiente alternativo, ya que aquí no hay un centro neurálgico donde la juventud se junte y más cuando la cultura está tan repartida”, afirma Nicolás.

Este orificio en el terreno, una especie de bunker, sirvió para que Nicolás desarrollara sus fiestas. Tanto éxito llegó a tener la primera jornada, que logró albergar a más de 300 jóvenes de distintos estilos. De esta forma, sus padres decidieron realizar este tipo de eventos alternativos los días sábado, en esta especie de cueva que al pasar el tiempo denominaron “El Hoyo del Nico”.

Sin embargo, tanta diversidad de estilos trajo consigo algunos problemas: “Desde gente común, punks, brits, darks, hardcores, hasta skinheads tuvimos aquí. Se juntó agua con aceite, por ende problemas. Habían peleas, pero luego resolvimos eso”, agrega Bernardo.

Luego de estos inconvenientes, la administración del local pasó a manos de Nicolás, quien se encargó de poner una especie de filtro para el ingreso a las fiestas. Hoy no entran más de 150 jóvenes, quienes son contactados por medio de su fotolog. Se les cobra una adhesión de 1000 pesos, que sirve para costear los disc jockeys (DJ), iluminación y ambientación. Además, Nicolás agrega que “conozco a todos los que vienen a las fiestas. Son todos del ambiente alternativo. Si no eres del ambiente o eres desconocido para mí no entras, aunque me ofrezcas más plata para entrar”.

Aquí no venden alcohol y, según dice, no les interesa venderlo. No obstante, pide las boletas de cualquier bebida alcohólica que pueda ser internada a la fiesta. Esto para demostrar a Carabineros que ellos no venden bebidas de ningún tipo. “No vendemos, pero no podemos prohibir que las traigan desde afuera”, agrega Bernardo.

En la actualidad, estas fiestas –muy conocidas por los jóvenes de la comuna– se desarrollan bajo estrictos cánones impuestos por Nicolás. Él selecciona quienes entran o no. Las personas mal educadas, según dice, cualquiera sea su estilo, no entran así como los ladrones y los que forman peleas tampoco. Por lo mismo, ha creado una base de datos de las personas que cumplen con los requisitos para acceder a las fiestas, así como una de los que no pueden ingresar. Esto nació con la intención de integrar aspectos culturales a las fiestas, como obras de teatro, danza y muestras de arte. “La idea es crear una especie de elite cultural. Por eso yo trato de mantener el círculo lo más limpio posible”, señala Nicolás.

Tras tener una serie de dificultades con una constructora y con el Director de Obras Municipales, Alejandro Goenaga –quien aseguraba que la construcción de la casa en el bandejón era ilegal–, Nicolás y su familia fueron adjudicados con un recurso de protección por parte de la Corte de Apelaciones, que sirvió para asegurar el desarrollo de su vida y de sus actividades, culturales, como ellos lo denominan. “Ahora en Carabineros hay un papel que me acredita hacer mis fiestas como reinserción social”, agrega Nicolás.

Por otra parte, a los vecinos del sector no les interesa el tema y en su mayoría piensan que es un ambiente permisivo, donde los jóvenes vienen a liberarse. “Anda tanto niñito raro a veces, homosexuales, góticos, punks. Igual desagrada, pero no me influye tanto porque es en la noche y la música no se escucha tan fuerte. Sí es desagradable cuando hay peleas”, acota Edith Espinoza, vecina del sector.

lunes, 4 de junio de 2007

Su plan para mejorar el Transantiago

La arremetida de Flores y Schaulsohn

El movimiento político “Chile Primero”, que lideran los ex integrantes del PPD, lanzó una nueva propuesta para el transporte público. La aplicación de un plan troncal de Metro, que considera la creación de dos nuevas líneas (para Maipú e Independencia) y la habilitación del Metrotren para la zona sur, son parte de sus propuestas, haciéndole frente a las medidas adoptadas por el gobierno en la materia.

Pard!x

Muchos son los chilenos que día a día se despiertan con los primeros rayos del sol. Una buena ducha, vestirse y desayunar. Antes de irse, tomar el maletín, cartera o mochila. Y a abrigarse bastante, porque el frío de estos días penetra como mil cuchilladas.

Ahora hay que ir en busca de la locomoción que los llevará al trabajo o lugar de estudios. Ya en el paradero, uno se da cuenta de que no está solo, que hay muchas personas en la misma línea. Comienza a hacerse patente la tendencia impuesta desde febrero: la demora en el paso del microbús.

La esperanza de no congelarse parece desaparecer, al ver doblar un bus verde oscuro con una franja blanca en la esquina. Se acerca, y a medida que la distancia entre el micro y usted se acorta, la paciencia le hace un ultimátum al saber que es la única micro que pasa por el barrio. Se siente empujado y su estomago se aprieta. Es como si le quisieran quitar un premio que con esfuerzo ha ganado. De pronto, el bus se detiene, pero a tres cuerpos detrás de todos los que lo esperaban.

Ahí como si los pasajeros fuesen una oveja, vaca, cerdo, cabra, o cualquiera animal de corral que lo identifique, inicia el ascenso al micro del Transantiago. De esta forma, y luego de vivir aquella experiencia, mínimo unas dos veces en la mañana, se llega sano y salvo a su trabajo, pero tarde.

De vuelta, tras intentar acostumbrarse a este estilo de transporte, a más de alguno le quedarán ganas de quedarse en el trabajo hasta que el flujo de pasajeros baje. Arriba del bus, no queda otra que irse de pie. Los cuerpos se rozan, los olores se mezclan. Si abre la ventana, algunos semidormidos que tienen el privilegio de ir sentados, le alegan por el frío.

Superhéroes al rescate

Errores tenemos para hacer una extensa lista. Esta realidad produce que afloren las dotes de la opinología en la gente. Todos tienen algo que decir y dan sus soluciones al respecto.

Por este motivo, “Chile Primero”, la apuesta política de los desencantados de la Concertación, el Senador Fernando Flores y Jorge Schaulsohn, han lanzado una propuesta alternativa al sistema de transporte imperante en la capital.

La propuesta consiste en basarse en una serie de modificaciones a las líneas del Metro de Santiago. Argumentan que es aquí donde radica el inconveniente, pues abastecer a millones de pasajeros en un sistema troncal de buses, produjo más gastos y menos logros.

El nuevo partido político plantea que la solución al problema es efectuar el plan de transportes cimentado en un sistema troncal del ferrocarril santiaguino. “Según los estándares internacionales de costos de operación (…) tanto europeos como norteamericanos, es más barato el transporte masivo en Metro que en buses…”, plantea “Chile Primero”.

Según los datos planteados en el documento que desglosa el plan opcional propuesto por el movimiento, el precio de la red troncal de Metro propuesta es de $ 1.165 millones de dólares, menos de la mitad del costo de la red de buses (US$ 3.625 millones).

La propuesta significativa del tren subterráneo consiste en reemplazar el trazado de este servicio a Maipú desde la línea uno por el de una nueva línea (6), suspendiendo la extensión de esta línea a Los Domínicos, en Las Condes. Así la ruta comenzaría desde la avenida 3 Poniente con Grecia, en nuestra comuna; siguiendo por 5 de Abril, Pedro Aguirre Cerda y pasando por la “Ciudad Parque Bicentenario”.

Luego, debería combinar con la estación Franklin de la Línea 2, con la estación Rodrigo de Araya de la Línea 5 y siguiendo por esta vía hasta la línea 1. Esto agregaría 23 kilómetros a la red del tren de la capital. De vía correspondientes al nuevo trazado del Metro, se adjudicaría el doble de la demanda de pasajeros del trazado actual, descongestionando así a la Línea 1.

A estas modificaciones, habría que agregar 17 kilómetros de la construcción de otra línea (3), que partiría en avenida Independencia con Vivaceta, empalmando con la estación Cal y Canto de la Línea 2, y combinado con Plaza de Armas en la línea 5. También la habilitación del Metrotren con dirección a San Bernardo-Renca, para descongestionar la línea 2.

Finalmente, el emergente partido político cree que se deberían sustituir los buses alimentadores por troncales, restituyéndoles por los antiguos recorridos de los buses amarillos, que progresivamente se irían retirando a medida que las líneas del Metro de Santiago vayan retornando a la normalidad. “El desempeño económico del Metro fue el más eficiente del mundo. Cuando su extensión era menos de un tercio de la actual y con la mitad de la tarifa de las micros, produjo excedentes”, sostiene “Chile Primero”.

jueves, 17 de mayo de 2007

La vida de una familia al costado de la ferrovía

Ferrocarril sin número

Un incendio quemó los sueños de una familia que con esfuerzo luchaba por tener la casa propia. Desde el año 2001 viven a orillas de la línea férrea y han desarrollado su vida y hogar en pos de su anhelo que están próximos a cumplir.

*Pard!x*

El ruido del tren se vuelve cada vez más intenso. En las casas un pequeño temblor mueve el piso como si la estampida de un gran animal se acercara rápidamente. Las ventanas se sacuden con ligereza. Algunos niños corren hacia el terreno que colinda con la ferrovía, mientras los más pequeños salen de sus casas para poder contemplar el paso de los vagones del convoy, que a toda velocidad pasa imponiéndose en el paisaje de oriente a poniente.

Cerca de la línea el sonido sube su volumen, al punto de volverse ensordecedor. El temblor se manifiesta vagón tras vagón y el viento veloz levanta el polvo del piso. De pronto tras su paso, el último carro del tranvía, deja a la vista una pequeña casa, cercana a la intersección de la calle Los Diamantes con Ferrocarril, en la villa Los Héroes de Maipú.

La Llegada

Sólo un plástico que colgaba sobre un palo cubría los colchones maltratados por el fuego hace seis años, cuando Luís Bustos Ponce, junto a su esposa Patricia Houer, instaló sus enceres a un costado de la línea férrea, en la villa Los Héroes. Esto, luego que un incendio en el fundo San Juan de Chena en El Abrazo, borrara del terreno las débiles casas que lo ocupaban, dejando sin hogar y tachando la sonrisa de los rostros de las familias que ahí vivían.

Luís afectado por el suceso, que dejó en cenizas su sueño de una vivienda, se dirigió a la municipalidad buscando ayuda, pero sus peticiones no fueron escuchadas. Así, en la constante indagación por recuperar lo perdido, encontró como solución asentarse a un costado de la ferrovía, entre un canal de aguas servidas y la línea del tren. “Quedamos de brazos cruzados y fuimos a buscar ayuda tal como estábamos, tiznados después del incendio, pero no la encontramos”, comenta.

El sentimiento de quedarse a un costado de la línea era pasajero. Luís sabía que a sus 43 años no podía quedarse tranquilo, a pesar de las dificultades que se interponían en cada momento entre lo que quería y lo que podía hacer, para que su sueño de casa propia se realizara. “No hubo ayuda de las personas que más la esperamos”, agrega.

Hoy está cesante -como varias veces-, pero ha trabajado siendo recolector de escombros, albañil, hasta de barrendero municipal. Su sueldo lo ha dedicado a la casa y al ahorro. Su padre, Carlos, vive con él, como también un anciano que Luís acogió a quien le brinda asilo, pues antes dormía en la calle.

Con su esfuerzo, la ayuda de la gente, de los vecinos, de la iglesia del sector y de sus amigos, la familia de Luís ha podido tener un lugar donde vivir, donde desarrollar su vida. “Todo lo que tengo ha sido gracias a mi esfuerzo y al de mis amigos. La municipalidad no nos ha ayudado en nada”, agrega.

Hogar, más que una casa

El terreno donde se encuentra la morada de la familia Bustos-Houer no es el común de las viviendas del lugar. Por lo mismo, no es indiferente para quien transita por las cercanías. Cinco perros dan la bienvenida a quien se interna por el camino polvoriento y pedregoso que lleva hasta el domicilio. Sillones desarmados, sillas rotas y escombros varios marcan la ruta, durmiente tras durmiente, por la línea del tren. Es ahí, a un costado de la ferrovía, donde Luís impuso su hogar.

El olor a leña en combustión, matiza el ambiente. Cocina, living y comedor todo en uno, alineados y distribuidos aprovechando el poco espacio. Los muebles están gastados por el tiempo y el uso. Muchos han sido recogidos por el dueño de casa, en sus diferentes trabajos, y otros han sido regalados.

Los servicios básicos son obra de su ingenio. Un inodoro cuyo desagüe es el canal que se encuentra detrás de la casa, casi como un patio. No tienen lavadora, y la artesa es la única opción. “A escobilla y batea queda la ropa más limpia”, dice con humor Patricia.

La electricidad que suministra una batería de automóvil sirve para una vieja radio que ameniza el día. No obstante, Luís ha comprado con sus ahorros un generador que, lamentablemente, está en mal estado. Para esta familia no hay mejor gas que la leña recogida en la mañana. Dos televisores en blanco y negro averiados, una radio, un refrigerador que no funciona, y una cocina armada con partes de otras. Muestras de una realidad que la ficha CAS sobrevaluó. “Teníamos tantos puntos que parecíamos ricos”, comenta Luís.

El agua potable, diariamente necesaria, proviene de una llave pública. “Voy una vez al día, ya que no me gusta que me vea la gente”, aclara Bustos.

La casa tiene tres habitaciones, que en cinco inviernos no han sufrido tanto el riguroso clima como el living-comedor. Tiene electrodomésticos que son sólo domésticos por el momento, además de accesorios y regalos que dan vida al hogar, seduciendo a la incomodad, transformando a cuatro paredes de madera delgada y un techo formado por el esfuerzo y la caridad, en un acogedor hogar ardiente de calor humano. “Lo único que pido es que no nos saquen de aquí hasta que yo me vaya”, agrega.

Hace dos años que Luís y Patricia postularon particularmente al SERVIU, con sus ahorros, a una vivienda básica, que les será entregada a fines del año 2008. Por el momento están en conversaciones con el municipio, que no se había hecho presente hasta ahora, que queda poco más de un año para que dejen su casa de Ferrocarril sin número, como le llaman.